Diferentes estudios han demostrado que existe una correlación entre estética y usabilidad percibida, es decir; que el usuario ante un diseño bello o atractivo lo prejuzga automáticamente como más fácil de usar. La estética además evoca emociones positivas, y es la cualidad del diseño que de forma más inmediata impacta en el usuario. Esto implica que, para ofrecer una experiencia de usuario satisfactoria,
debemos prestar especial atención a la estética. Aunque no existen directrices o recomendaciones infalibles para que un diseño resulte estético, sí hay ciertos conceptos relacionados de interés.
Contenidos de esta página
Con estas recomendaciones podrás alcanzar la correlación estética y usabilidad perfectas:
Proporción áurea
El número áureo es un número algebraico irracional cuyo valor es aproximadamente 1,61803. Si tenemos dos segmentos, a y b, siendo a de mayor tamaño que b; podemos hablar de proporción áurea cuando la proporción entre la suma de los dos segmentos; y la del segmento a es la misma que entre el segmento a y el segmento b. O dicho de otro modo, cuando la longitud de a es 1,61803 veces la longitud de b.
Lo interesante de esta proporción es que podemos encontrarla en muchas formas geométricas de la naturaleza, y que por su efecto positivo en la estética ha sido aplicado durante siglos en la arquitectura y el arte. En el diseño de interfaces los usos más comunes de la proporción áurea suelen ser para determinar el ancho y proporción entre dos columnas; en el caso de que una sea mayor que la otra, o en la proporción entre el ancho y el alto de rectángulos; por ejemplo en mosaicos, como galerías de fotos o fichas de productos.
Balance
El balance como concepto aplicado al diseño busca igualar la tensión entre elementos. Un diseño balanceado es percibido como más estético, transmite armonía.
Una forma de lograr un diseño balanceado es a través de la simetría; en la que los elementos a cada lado del eje central tienen el mismo peso visual.
También es posible alcanzar el balance en diseños asimétricos. Para ello hay que jugar con el peso visual de los elementos hasta lograr un estado de equilibrio entre ambos lados del eje central. El peso visual de un elemento viene determinado por su tamaño, color, intensidad, proximidad a otros elementos o margen.
Espacio en blanco
Al diseñar tenemos la tendencia natural a ocupar todo el espacio, rellenando cada hueco en blanco, y de este modo incrementando innecesariamente su complejidad, la carga visual y cognitiva del usuario. El espacio en blanco o espacio negativo se refiere al espacio y márgenes entre elementos de la interfaz. Este espacio en blanco facilita al usuario diferenciar visualmente elementos o grupos de elementos, permite una exploración visual más calmada, pero también, incrementa la simplicidad, elegancia y apariencia estética del diseño.
Existen muchos otros principios a través de los cuales puedes buscar la armonía y la estética en el diseño, como los principios de la Gestalt o la Jerarquía Visual, pero que serán analizados de forma independiente debido a su importante impacto, también, en la usabilidad visual de las interfaces.
Fuente: uxmovement.com
Tal vez te podría interesar: