El Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, en un experimento realizado con lémures, una especie de primates concluyó que la reducción diaria de la ingesta calórica reduce el envejecimiento por medio de una dieta que prolonga la vida.
Un grupo de lémures se sometió a una dieta, cuyo valor calórico se redujo en un 30%, mientras que otro grupo de control se alimentó normalmente.
Los resultados de este experimento con una dieta que prolonga la vida fueron publicados por la revista Science Daily, que mostraron que después de 10 años, la esperanza de vida de los animales que habían consumido menos calorías aumentó en un 50%. De hecho, los primates del experimento vivieron en promedio 9.6 años, mientras que la expectativa de vida de los otros no excedió 6.4 años.
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El efecto positivo de la dieta que prolonga la vida
El efecto positivo de la reducción de calorías se acompañó de una disminución de las enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer o la diabetes, y un buen estado físico y cognitivo.
Los resultados de esta investigación dejan esperanza en la relación entre la alimentación y la longevidad en los humanos. Ya que los lémures comparten varias similitudes en lo que hacen, muy similar con nuestra especie.
Comer menos ayuda a vivir más tiempo
La restricción calórica crónica aumenta fuertemente la vida de un pequeño primate, el lémur gris del ratón. Este es uno de los resultados de un experimento de diez años.
La restricción calórica crónica consiste en comer una dieta reducida pero equilibrada desde el comienzo de la adultez temprana. Su efecto beneficioso sobre la esperanza de vida se había establecido para muchas especies de vida corta (gusanos, moscas, ratones). Pero seguía siendo controvertido para los primates, incluidos los humanos.
La restricción calórica crónica consiste en comer una equilibrada dieta que prolonga la vida desde la vida adulta temprana en adelante. Investigaciones previas, en macacos en particular (que tienen una vida media de cuarenta años). Ya habían demostrado su efecto beneficioso sobre la incidencia de patologías relacionadas con la edad.
Sin embargo, su efecto positivo en la vida de los primates siguió siendo controvertido. Para estudiar esta cuestión, los investigadores se centraron en el lémur ratón gris, un pequeño primate cuya vida útil (alrededor de dos años). Lo convierte en un modelo muy bueno para el estudio del envejecimiento. Además, este pequeño lémur tiene muchas similitudes fisiológicas con los humanos.
Pruebas en lémures con una dieta que prolonga la vida
Este efecto beneficioso fue acompañado por la preservación de las capacidades motoras. Sin ninguna alteración del rendimiento cognitivo, y una reducción en la incidencia de patologías generalmente asociadas con el envejecimiento, como el cáncer o la diabetes.
Los lémures de ratón con restricción calórica presentan las características morfológicas de un animal más joven. Además, los datos de imágenes cerebrales para estos animales muy ancianos muestran una ligera pérdida de materia gris (cuerpos celulares neuronales). Un efecto que los investigadores aún no han explicado. Así como una atrofia significativamente más lenta de la sustancia blanca (las fibras neuronales que conectan diferentes áreas del cerebro).
El próximo paso, extender los limites de esperanza de vida
Los resultados indican que la restricción calórica crónica es actualmente, la forma más efectiva de extender la vida máxima y retrasar el proceso de envejecimiento en un primate no humano.
El próximo paso para los científicos es asociar la restricción calórica crónica con otro parámetro de estudio, como el ejercicio físico. Esto en un intento de extender aún más los límites superiores de la esperanza de vida.
Fuente: tech2.org
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